jueves, 7 de enero de 2010

El Cautivo y los Regulares

Es en la década de los cincuenta cuando la Real, muy Ilustre y Venerable Cofradía de Nazarenos de Nuestro Padre Jesús Cautivo, María Santísima de la Trinidad Coronada y del Glorioso Apóstol Santiago establece lazos vinculativos con las Fuerzas Regulares. Esta relación permanece en la actualidad, y cada año los Grupos de Ceuta y Melilla alternan en el acompañamiento del Cautivo.
Existen devociones populares y existe el Cautivo. El gran milagro de esta advocación es que es capaz de unir, bajo su mirada, a gente de distinto tipo y condición. El Lunes Santo no hay distinciones; todo el mundo es igual cuando está Jesús Cautivo, el “Señor” de Málaga obra el milagro a cada momento. Desde antes de las primeras luces del día, y como preámbulo de lo que estará por llegar, se oyen dianas floreadas interpretadas por las cornetas de la Nuba de Regulares que llaman a los malagueños a que acudan a la Misa de Alba, que es el inicio del acontecimiento en que una ciudad entera, Málaga, se convertirá el Lunes Santo en trinitaria desde el amanecer hasta la madrugada del día siguiente. Apenas asoman los primeros rayos de sol, el barrio de la Trinidad se llena de miles de malagueños, que robándole horas al sueño y a sus quehaceres diarios comienzan a llegar a la Plaza de San Pablo, donde se ubica el templo de Jesús Cautivo, para estar junto a su “Señor” durante la Misa de Alba.
Lunes Santo por la mañana, es la mañana de los claveles rojos. Llega uno de los momentos más especiales de la Semana Santa de Málaga: el traslado del Cautivo. Este año en el que la Cofradía celebra su 75 aniversario de su fundación, los regulares de Ceuta junto a los más de 30.000 fieles, acompañaron las imágenes de Jesús Cautivo y María Santísima de la Trinidad durante el traslado desde el templo hasta su casa de hermandad, tras efectuar el tradicional encuentro con los enfermos del Hospital Civil.
Es el 26 de abril de 1934 cuando un grupo de cofrades se reunieron, fundando la Hermandad de Nuestra Señora de la Trinidad, para dar culto a una imagen de la Virgen de la Trinidad que les había sido donada. En 1938 se incorpora a la Hermandad la imagen de Jesús el Cautivo, imagen que costó 2.000 pesetas y que fueron pagadas por los vecinos del barrio de la Trinidad, de forma que, desde el primer momento, vieron a este Cristo como su Cristo. La primera Misa de Alba y posterior traslado de las imágenes se celebró el Lunes Santo de 1942, de una manera sencilla y privada, y es a partir de 1953 cuando este acto se ha convertido con el transcurso de los años en una ceremonia multitudinaria. Precisamente es a partir de este año cuando se produce la vinculación de la Cofradía con los Grupos de Regulares. Existen informaciones dispares del porqué se establece esta unión. Una de las posibles razones era el tratar de incrementar el grado de “popularidad” o de “prestigio” de la Cofradía, integrando una unidad que otorgara un sello característico, pues característica y peculiar era la Cofradía. Es el Grupo de Regulares Indígenas de Melilla nº 2 quien inicia esta relación y trasladaron para este su primer desfile procesional a los batidores del Grupo, una escuadra de gastadores, la Nuba y una sección. Desde entonces y de manera ininterrumpida los regulares acompañan a Jesús Cautivo.
No se concibe en Málaga una Semana Santa sin el Cautivo y el Cautivo sin los regulares. Cada año una escuadra de gastadores, la Nuba y una sección del Grupo se traslada para estar presente en la mañana de los claveles rojos y en la noche de oro. De oro por el impresionante manto bordado en oro de la Virgen de la Trinidad que luce en la noche malagueña a la luz de los faroles, y de oro pues toda la ciudad se engalana para ver a su “Señor”.